Por Isabel Ochoa
Villaverde Experimenta. ¿Cómo ha pasado tan rápido?
Esta ha sido una gran aventura, trepidante, con altibajos, retos y desafíos. Pero con grandes compañeros de viajes que han hecho posible superar cualquier prueba en este camino para hacer posible que el 18 de diciembre se pudiera compartir lo que se ha compartido. Muchas ilusiones, energías y diez equipos humanos compartiendo ideas propias que regalan al común.
Villaverde Experimenta se trata de un piloto de Experimenta Distrito. Nunca antes desde Medialab o la institución se había desarrollado un proyecto de este tipo. Nunca antes se habían pensado en llevar espacios de participación y producción colaborativa a los barrios, de habilitar recursos y espacios para pensar y hacer en común, de plantear innovación social con una escala territorial de distrito. Este escenario ha sido un lienzo en blanco, para hacer y pensar con libertad el proyecto, pero también nos ha generado multitud de interrogantes, que hemos tenido que ir resolviendo con el ensayo y, error a veces, acierto en otras.
Ser una de las responsables de implementar este piloto de Experimenta Distrito en Villaverde ha sido un gran honor, pero también una gran responsabilidad. Yo soy de Villaverde. Conozco a mis vecinos y vecinas. Conozco parte de la compleja realidad del distrito. Pero desconocía todo lo demás. La única forma, creo, de tratar de estar a la altura de una iniciativa como esta, llevada a cabo por una institución como Medialab, tan referente en tantos niveles, y de la propia sociedad que ha acogido el proceso ha sido trabajar de forma humilde y honesta. Dando cuanto podíamos y generando ilusión pero no expectativas.
Es un gran honor poder llevar a cabo un proyecto como éste. Donde se práctica la descentralización de la cultura, y se da herramientas para hacer en común y para el común. Es un gran honor poder compartir esta experiencia con gente que sabe tanto, de la que aprender tanto, con la que convivir tanto. Es motivador la posibilidad de compartir con otras personas que los barrios son más que periferias, sino nuevas centralidades. Un proyecto para creer en las personas, porque en Villaverde Experimenta lo más importante es la confianza. Me siento muy agradecida por esa confianza que me han dado desde la coordinación del proyecto para hacer que esto suceda. Me siento aún más agradecida por la confianza que han depositado mis vecinos y vecinas para participar en este proceso, adueñarse de él, hacer que esta idea cobre sentido, se vuelva realidad, se materialice en la medida en que sus propias ideas se han materializado.
Villaverde es el primer distrito en desarrollarse esta experiencia. Esto no es casualidad, sino causalidad. Porque Villaverde tiene un tejido social muy activo y con motivación más que de sobra para acoger este tipo de iniciativa. Podemos dar fe desde mediación. No podemos estar más agradecidos a los recursos y personas que nos han abierto sus puertas y permitido compartir esta idea, que quizá no tenía mucho sentido (¿Prototipado? ¿Medialab? ¿Laboratorio ciudadano?… ) Muchos palabros nuevos, que esconden una idea que la mayoría de las entidades a las que nos hemos acercado entienden y comparten con generosidad. Plantear ideas para desarrollar en común, para mejorar nuestro territorio común.
Más de 100 personas han compartido esta experiencia. Han conseguido desarrollar una idea, pero no lo han hecho para ellos. Sino que se han entregado al barrio, han contactado con los procesos, iniciativas y recursos ya existentes y han sumado. Lo han hecho con humildad pero con convicción. Han puesto lo mejor de sí mismos para conseguir lo mejor para el barrio. Gracias.
Me siento muy honrada de facilitar que esta experiencia haya ocurrido, de haber sido parte de un proceso que haya permitido habitar un espacio rehabilitado, y que ese espacio se democratice, parcialmente, temporalmente. De hacer que durante unas semanas en Villaverde hubiese un sitio donde se pudiera tocar música, los peques de la escuela infantil pudieran corretear con libertad, donde se hayan podido compartir y testar recetas, tener largas conversaciones arreglando el mundo, hacer un mapa de iniciativas del distrito, compartir otro modelo de economía, descubrir las investigaciones más punteras, conocer a los habitantes con pelo, plumas y escamas del distrito…
Cerramos el año con la sensación de expectativas más que cumplidas. Con una enorme sonrisa por lo increíble de la experiencia, por lo increíble de cada una de las personas que se han acercado a conocer y participar en este espacio y experiencia. Y con el deseo de que el próximo año sigamos en Villaverde y más distritos, haciendo, pensando, compartiendo, conviviendo, transformando.
¡Feliz año!
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