Isabel Ochoa
Todo Experimenta Distrito supone un reto. En Villaverde, quizá, el mayor reto fue enfrentar la incertidumbre asociada a la novedad, y abrirse al aprendizaje desde la experiencia del hacer. Fue el prototipo de una iniciativa que crea espacios para hacer, con otras personas, prototipos de ideas. Todo ello, realizado en tan sólo tres meses, la mitad de tiempo que en los Experimenta que vinieron a continuación.
En la segunda edición realizada en Fuencarral, Moratalaz y Retiro, el reto no sólo consistió en seguir testeando el prototipo de laboratorio, asumiendo las incertidumbres propias de hacer algo nuevo en un lugar, sino hacerlo en tres lugares a la vez, tratando que estos laboratorios tuvieran identidad propia y colectiva. Pero sobre todo, que al ampliar la escala, el cuidado de los equipos, territorios, espacios, participantes… no se viera mermado. Además, no dejarse llevar por la referencia de Villaverde, que por ser la primera y moverse en la incertidumbre de no esperar nada concreto, permitió sorprenderse y emocionarse con el proceso y el resultado.
Ahora, los desafíos de Puente de Vallecas Experimenta no son pocos, y tampoco sencillos. Por un lado, se encuentra el momento en que se realiza: tras cuatro experiencias previas en otros distritos en los que reflejarse, ser capaces de no caer en la comparación y de recoger su aprendizaje y experiencia.
Por otro lado, el reto de cómo plantear la relación con la institución que nos acoge, en este caso de Madrid Salud y el CMSc de Puente de Vallecas. Esta alianza no se limita a la cesión de un espacio, sino que se quiere integrar como parte de la estrategia de Salud Comunitaria que desde el centro se trabaja, contagiando las ideas de experimentación, hacer en común, cultura libre, etc. que se practican en Medialab Prado. Es el primer laboratorio que se realiza en colaboración con otra entidad, pero cuyos talleres de producción no se realizan en su seno.
También nos encontramos con el desafío del propio distrito, ya que es el más grande y con mayor población de entre los que han acogido un Experimenta Distrito. Esto supone encontrarse con una mayor complejidad y riqueza de realidades que conviven y se articulan; de agentes, espacios e iniciativas presentes, que construyen, reflexionan y colaboran en el día a día haciendo que Puente de Vallecas sea quizá uno de los distritos con mayor identidad y orgullo de la ciudad. Pero también, donde están más presentes las desigualdades, las problemáticas y las necesidades. Mundos muy diferentes que obligan a repensar sobre cómo Puente de Vallecas Experimenta quiere y puede articularse en este entramado de realidades.
Pero quizá, el mayor reto de esta edición sea realizar Experimenta Distrito sin Lorena Ruiz, pues si los retos de las anteriores ediciones se superaron con éxito fue en gran medida gracias a su papel. Si Experimenta Distrito es un proyecto de altura es porque detrás ha habido una persona que ha permitido que esto fuera así, que ha puesto no sólo trabajo (que también y mucho), sino también corazón; ha construido desde la generosidad y valentía de quien se atreve a poner todo lo que es -sin saber a ciencia cierta el resultado- en una idea que nos supera como individuos; una apuesta que apunta tanto y tan directamente a hacer algo mejor la vida en común.
Gracias por traernos que “ese mejor” se hace desde el cuidado de las personas y de los barrios; por trabajar desde la reflexión sobre las formas de habitar la ciudad, de cómo nos relacionamos con ella y en ella; por crear espacios para la creatividad y la curiosidad, del atreverse a hacer con otras como forma de aprendizaje, permitiendo el contagio de ideas, saberes, experiencias, conocimientos y habilidades; por abordar la incertidumbre desde la ilusión y hacer que las cosas inesperadas sean siempre bonitas (no en un sentido únicamente estético, sino bonitas por el cómo se construyen)…porque sólo por plantearse, ya hacen más habitable y amable la ciudad que compartimos.
 
Gracias por tanto y por todo.
Isabel Ochoa es coordinadora de Puente de Vallecas Experimenta