Este texto forma parte de una serie pedida a diversos colaboradores para ampliar el relato de Experimenta Distrito. Eva Rueda visitó los diferentes laboratorios ciudadanos en Fuencarral, Moratalaz y Retiro para devolvernos su mirada en palabras.
Se puede vivir la ciudad de otra manera. De miles de maneras. Doscientas personas de Madrid han colaborado de lleno en Experimenta Distrito en los barrios de Fuencarral, Moratalaz y Retiro. Algunas han descubierto a sus vecinas y vecinos y su entusiasmo ciudadano. Otras a resolver problemas y a colaborar en grupo. Hay tantos ‘madriles’ como vidas.
Hay quienes quieren. Hacer. Deshacer. Planear. Mejorar. Recuperar. Pensar. Avanzar. Ciudadanas y ciudadanos diferentes en edad, origen, vida, entorno, ambición, sueños, ideas… Vecinas y vecinos con los que te cruzas en la escalera, en la farmacia o en el quiosco. De los que no sabes nada. Y de los que quizá jamás sabrás. Maduros, adultas, jóvenes, niños y niñas con los que nunca te tomarías una caña o con los que apenas intercambiarías una sonrisa educada.
La ciudad puede devorarte. La gran manzana urbana es la que atesta el mordisco. Te mastica y te engulle. Y no deja ni las pepitas del corazón. Pero, al mismo tiempo, en cada rincón de tu calle, de tu barrio, de tu distrito, de donde vives, puede haber una idea flotando. El aire circula. Como las personas. Hay quien quiere. Quiere hacer. Pero no sabe cómo. Ni con quién, ni de qué manera. Y se topa con un muro. Y luego otro muro. Y se frustra. Pero el aire sigue circulando. Y las ideas van de mano en mano.
Experimenta Distrito era un proyecto. Ahora ya no. Ya es realidad. Tras la experiencia piloto desarrollada el año pasado en el distrito de Villaverde, los vecinos de Fuencarral, Moratalaz y Retiro, han podido experimentar este 2017 en apenas un trimestre qué es esto de Experimenta Distrito. Un laboratorio ciudadano. Una «probatina» lanzada desde Medialab Prado. Un experimento colaborativo. ¿Se pueden hacer realidad propuestas concretas planteadas por la ciudadanía para mejorar la vida en los barrios? ¿Y crear redes entre vecinas y vecinos? ¿Cómo se hace? ¿Quién? ¿Cuánto vale? ¿Lo hacemos?
“Salir de la soledad de mi casa y encontrarme con un muchos vecinos con inquietudes parecidas a las mías y tramar contactos. Es una oportunidad de participación y de conexión. Es una forma de dinamizar un barrio, de que la gente se mueva. Se demuestra que se puede vivir en la ciudad de otra manera”, explica de Experimenta Distrito Víctor, un participante del año pasado en la edición que se llevó a cabo en Villaverde. Maribel, una colaboradora de los talleres en Moratalaz Experimenta añadía; “Nos ha unido a gente que no conocemos a pesar de que vivamos al lado, a gente que conoces pero con la que no has intercambiado palabra. Te conecta y se producen cosas muy bonitas”.
Pretender crear una ciudad diversa, activa y divertida puede sonarte a eslogan. Pero también puedes bajar a la calle y conocer a Iván, a Ignacio, a Belén, a Félix, a María Jesús, a Ramón… y darte cuenta de que no solo tú piensas que hay demasiado hormigón en el patio de los colegios o que la contaminación sigue estando en cada bocanada de aire que aspiramos, y que a pesar de tus años no te explicas por qué las jardineras de tu plaza están siempre tan sucias, descuidadas y secas (¡qué coraje tener que verlo a diario!). Incluso percibes que falta identidad en el barrio y que se está perdiendo la memoria. La memoria de lo que pasó, de lo que fue.
“Imagina tu barrio” puede leerse en un cartel colgado en una de las paredes de Playa Gata, la que ha sido la sede de Fuencarral Experimenta. Un barrio cuyos vecinos se sumaron con entusiasmo a proponer y a hacer: Ajedrez para todas y todos, Al rescate de la copla, Huertos inclusivos, Libros libres y activos, etc. «Este es mi barrio, un barrio pueblo y queremos que la gente se conozca y que se conozca nuestra historia» , nos contaba Carmela.
Jugando con troncos, es un proyecto que se ha hecho realidad en el laboratorio de Retiro Experimenta. Han serrado y moldeado troncos de un cedro de más de 50 años que iban a acabar hechos astillas y han creado mobiliario infantil para zonas de juego que se van a instalar en un colegio del barrio de Retiro. Aerogenerador para un huerto urbano es una propuesta para dotar de electricidad a un huerto comunitario utilizando energías renovables para reducir la contaminación. Otro de los proyectos es Los colores del aire. Roberto planteó diseñar un dispositivo de sensores para medir en tiempo real la calidad del aire (C02, N02, sulfuro y ozono). Funciona como los semáforos (se pone rojo, naranja y verde, según los niveles de contaminación): “La boina de contaminación que sufrimos en Madrid solo es noticia cuando salta el protocolo. Queremos recordar cada día que existe la contaminación en una zona de paso de muchos niños y niñas y sus familias, y generar una conciencia sobre este tema en la escuela. Este prototipo pensado para ser instalado en las puertas y zonas cercanas a la entrada de los colegios tiene como objetivo final abrir un debate que cuestione qué medios de transporte debemos utilizar para acceder al colegio y en nuestra vida cotidiana”.
¿Qué es para ti una historia?, ¿quién la cuenta?, ¿dónde encontrarla? Y ¿cómo transmitirla? El equipo de colaboradores de Narrar Retiro ha tratado de recuperar, identificar y transmitir las historias importantes del barrio. La historia con minúscula. Historias de estraperlo en las vías de Atocha, historias de amor en lo que fue el bar La Tonelería, personajes del barrio que ves todos los días y cuyas vidas parecen de ficción… Recuperar la narrativa oral, lo que no está escrito ni documentado en ningún sitio, la conciencia de que pasaron cosas… 28 entrevistas grabadas en localizaciones diversas del distrito de Retiro se han colocado en un mural sonoro que se activa con estos relatos orales al detectar presencia física. Un proyecto que tiene ambición de crecer, complementarse y desarrollarse con nuevas ideas que no paran de retro alimentarse. “La gente cree que no tiene nada interesante que contar. Entrevistando a al vecindario nos hemos quedado muy sorprendidos. Se han emocionado al recordar y han tomado conciencia de que sus historias nos interesan a otras generaciones”, aseguraba informalmente una de las participantes en Retiro Experimenta.
Hay muchos más. Cuida tu plaza, quiere tu barrio. Camino escolar seguro. Manos en movimiento, Programa la fuente, Retiro sin Retiro…
Cuatro meses ha durado este proceso, desde la presentación de ideas a la realización de los prototipos. 112 ideas de las que 26 han pasado a ser proyectos reales y ahora ya prototipos terminados: ocho en Fuencarral, ocho en Moratalaz y diez en Retiro. Casi doscientas personas han participado. Han sido los coceadores y colaboradores de este experimento que han hecho realidad los 26 proyectos pensados en y para los barrios. En grupo. Colaborando. O colaborativamente. El 26, 27 y 28 de mayo de 2017 se celebró el primer fin de semana de talleres de prototipado. Y del 16 al 18 de junio, la última fase de talleres. Se finalizaron los prototipos de los proyectos y se escenificó y celebró la presentación pública de dichos proyectos en las respectivas sedes de los distritos de Fuencarral y Retiro. En el caso de Moratalaz, sobre el escenario, en plenas fiestas populares del barrio.
Cualquiera puede tener una idea. Incluso una gran idea. ¿Has imaginado un nuevo tipo de columpio para el parque?, ¿un juego de mesa para que nietos y mayores se conozcan mejor?o ¿una ruta para descubrir los pájaros del barrio? Mejorar los espacios. La forma de relacionarnos con el barrio. Inventar una manera de organizarse en grupo. ¿A qué esperas? ¿A qué esperamos?
“He aprendido que nuestra creatividad no es fácil de plasmar y que necesitas aliados. He aprendido a resolver problemas en grupo y no a crearlos. He aprendido a buscar soluciones a las cosas”, señalaba contundente y contenta Soledad, otra de las participantes de Retiro Experimenta. En este distrito se generaron proyectos desarrollados como el mencionado anteriormente Colores del Aire, para visibilizar la calidad del aire en las inmediaciones de los colegios.
Barras de Street Work Out, es otro de los proyectos desarrollados en Retiro, y ofrece la posibilidad de practicar deporte al aire libre a un grupo de adolescentes que no quieren jugar a fútbol ni baloncesto sino hacer acrobacias sobre barras. Adrián y Kermes, ambos con 14 años, además de practicar la calestenia, quieren hacer comunidad. Con Camino escolar seguro, Iván quería facilitar que las chicas y chicos vayan y vuelvan del cole con seguridad. En Cuida tu plaza, quiere a tu barrio, Nacho (22 años) planteó el acondicionamiento de una plaza en el cruce entre las calles Abtao y Valderribas: «Soy del barrio de toda la vida, siempre he visto este espacio muy deteriorado y hemos involucrado a un grupo de doce personas que han colaborado adornando los árboles o las barandillas con tejidos de ganchillo, poniendo sustrato en un macetero gigante y posibilitando que la gente lleve plantas que se comprometen a regar» o construyendo un tablero de ajedrez a medida nos contaba. “También hemos querido hacer una llamada de atención al vecindario, porque el taller coincide en el tiempo con el proceso de presupuestos participativos del ayuntamiento y ha sido un buen modo de sensibilizar y que la gente solicite el arreglo de la plaza”.
El realismo mágico ‘fuencarralero’ existe, dicen los vecinos orgullosos de su barrio. Desde la asociación de vecinos Pobladores apostaron Este es mi barrio, intentando darle una cara nueva y recuperar el mercado uno que es “como una isla en el barrio” relata Carmela: “Lanzamos la idea y con la ayuda de muchas manos hemos conseguido revalorizar los locales y animar la zona. Aquí han colaborado grafiteros adolescentes y vecinos cincuentones y estamos muy contentos con la respuesta y la motivación de la gente para mejorar el barrio». En las paredes y locales del Mercado 1 de Fuencarral ahora se leen mensajes como “Saluda al vecino”, “Escucha la música y baila… salala”, “Disfruta del paseo”, “Mira las plantas; verde que de te quiero verte”. Mira los pájaros, escúchalos”.
Con mucho mimo también desde la Asociación Educación por lo Público se hizo realidad convertir una antigua cabina telefónica en una biblioteca. Tras el trabajo de los vecinos lució pintada de amarillo, con sus baldas colocadas y sus libros reposando. El proyecto que fue creciendo en redes sociales, se retroalimentó y quedó abierto a otros barrios. Jesús impulsó este proyecto “como una idea y entre todos fue creciendo y tomando forma. Llegamos a tener hasta cien libros y fue tremendo porque nos dimos cuenta que había quien cogía un libro, lo leía, lo devolvía, y volvía a por otro”. Mientras, Beatriz añadía: “la idea era convertir cabinas telefónicas ya sin uso en pequeñas bibliotecas. Hicimos la prueba a ver cómo funcionaba y vimos que los libros iban desapareciendo y cada día teníamos que reponerlos. Lo que se busca es que los que usen estos libros los dediquen, los recomienden… que nos impliquemos todos y se contagien las ganas de leer”. “Empezamos con el concepto de libros libres y activos el año pasado en el Día del Libro que celebramos en el distrito y le vimos un gran potencial” concluye esta joven de Fuencarral.
Horas después de la presentación pública de los proyectos de Experimenta Distrito (domingo 18 de junio), alguien retiró la bibliocabina de Fuencarral, desmantelando este proyecto ciudadano. La campaña ciudadana sigue en Twitter: #sialacultura. Fuencarral sigue queriendo y defendiendo su bibliocabina.
La puesta de largo de Experimenta Distrito en los tres barrios escogidos como prueba de fuego tuvo lugar el domingo 18 de junio. Fue un día caluroso, que se sobrellevó a golpe de colaboración vecinal. El Mercado 1 es ahora otra nueva historia vecinal gracias a muchas manos que se convirtieron en pintoras artistas del color y que han transformado este espacio dando vida y color a sus locales. Y Libros libres y activos, el motor que convirtió las cabinas de teléfono (en desuso) en bibliocabinas, vistiéndolas con libros. O La energía cuenta; elaboración de material didáctico para prevenir la pobreza energética especialmente enfocada para personas mayores, con información de recursos a los que acudir cuando sufran un problema de este tipo. Y Huertos Inclusivos para que cualquiera pueda sentir el contacto con la tierra más allá de la diversidad funcional. O facilitar a las personas en silla de ruedas la subida y la bajada al bus. Marquesinas accesibles pinta en el suelo de las paradas de autobús, puntos de referencia para que los conductores estacionen haciendo coincidir la rampa con el espacio donde se sitúan las personas con movilidad reducida. Este proyecto ganó el ‘Premio Borbolla 2017’, un premio creado en el laboratorio ciudadano de Fuencarral Experimenta en recuerdo de la figura de Elías Borbolla que trabajó de manera altruista por hacer mejor la vida de su barrio y sus vecinos.
Además de conectar, colaborar, hacer, aprender y equivocarse, también hay que divertirse. En Moratalaz, la presentación de los prototipos se coló en la programación festiva dado que coincidió con las fiestas populares del barrio. Integración total. De Moratalaz proceden Ajardinadas, proyecto para crear un barrio-jardín que despierte el interés ecoturístico. Y un Mirador estelar para que los vecinos disfruten de los cielos astronómicos desde tumbonas, a la vez que se toma conciencia de la contaminación lumínica que, por las noches, asola la ciudad.
Moratalaz también apostó por una Radio comunitaria. Y por el recuerdo. Moratalaz en el recuerdo pretende rescatar la memoria del distrito, a través de la recuperación de fotografías, videos, relatos orales… que permitan reconstruir la identidad colectiva del distrito. Red de cuidados por otro lado, pretende crear una cooperativa de personas que necesitan ser cuidadas y desempleadas con capacidad para hacerlo. Crear tejido social y facilitar el intercambio de instrumentos u otros recursos materiales vinculados a la música es lo que busca el Banco de recursos musicales.
¿Qué imaginas para tu barrio? En el ‘tendedero de ilusiones’ de Retiro Experimenta cada cual compartía sus expectativas, sus ideas… Una sala para bailar, luz más tenue, más flores, cancha de baloncesto en el barrio, más espacios infantiles para los días de frío y lluvia… El Madrid de las pequeñas cosas, de los pequeños detalles, otras formas de vivir el día a día.
Estamos en Madrid, sí. Aquí es. Se puede vivir en la ciudad de otra manera. Además de palabras son pensamientos entresacados de la realidad y compartidos por muchas y muchos. Hacer ciudad. Planear. Pensar. Para los distritos. Desde los barrios.
Hay quien quiere. Quiere hacer.
Hay quienes quieren. Quieren hacer.
La vida es experimentar. Experimenta Distrito lleva su nombre por algo.
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