Viernes 22 de marzo: primer día.
Bienvenida en círculo, presentación del equipo y primera toma de contacto entre los grupos recién llegados al lugar de trabajo, que es el Centro Cultural El Pozo del tío Raimundo. No funciona el micro pero se acerca un vecino con un artilugio parecido. Una vez entrada la tarde, llegan las chavalas y chavales de ValleKrea para ocupar casi dos mesas y poner en común sus ideas para mejorar la Plaza Vieja. Para merendar, chucherías a montones. Las mesas se llenan y se vacían. Locus Convivii prefieren la calle, “hay mejor acústica que aquí dentro”, dicen. Un colaborador comparte su experiencia: se siente cuidado en este entorno. Carolina ha venido desde Lisboa para aprender qué es Experimenta. Quieren arrancar allí un proceso parecido de laboratorios ciudadanos en un barrio céntrico de su ciudad para tratar cuestiones relacionadas con el desplazamiento vecinal y el problema de la turistificación y la gentrificación de una ciudad colapsada por el turismo salvaje. El proceso tendrá alguna diferencia respecto a Puente de Vallecas Experimenta. La principal: que la duración de todo el proceso serán tres años.
A las 19h, el Centro Cultural El Pozo se llena de periodistas y de cámaras de televisión. No vienen a Experimenta, aunque alguna despistada se piensa que el taller tiene que ver con la rueda de prensa que se celebra, a esa hora, en la que el concejal del distrito, el presidente de la asociación de vecinos y la gente del barrio hacen un llamamiento a la paz, a la convivencia y un rechazo expreso al racismo suscitado tras el asesinato de un hombre, no muy lejos de aquí, tras una disputa vecinal. Este acontecimiento horrible ha propiciado que este fin de semana el proyecto del Secretariado Gitano, Huerto-Jardín de los sentidos, quede vacío. Han decidido no participar este fin de semana en el taller, aunque los esperamos para el próximo fin de semana, el primero de abril. La nota colorida la pone Iris, la hija de Mónica, que con menos de dos años de vida ya se ha ganado a toda la gente de este Experimenta. «¡Una futura niña feminista!», le dirá Mari Carmen, una de las lideresas de Villaverde cuando la vea corretear detrás del micrófono.
@Las fotos son de Álvaro López del Cerro
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