Huele a chamusquina en el Fablab y la Fablateka
Literalmente a madera quemada, eso es. Al otro lado de la pantalla no lo podéis apreciar, tenéis que acercaros a un fablab para probar la emoción de ver materializados vuestros diseños, para saber que la democratización de la tecnología, finalmente, huele a chamusquina. Y mancha las manos de hollín. Parece mentira que con la fabricación [...]